El soborno pretende ser una actividad corriente en todos los rincones del país. Si el soborno es habitual en la frontera entre China y Corea del Norte, también lo es en las cárceles. Desde que la moneda y los billetes dieron sus primeros pasos en el territorio, la economía norcoreana cayó al precipicio sin poder recuperarse hasta ahora debido a su incorrecta utilización y por la mala gestión del régimen. Aún existen personas que no saben en su totalidad como se hace una compra y abogan por el intercambio de productos. La moneda está totalmente controlada por el régimen y es accesible sólo a gente que tiene conocimientos en el ámbito financiero.
Esto hace que si has cometido un delito, sea leve o grave, pero que si formas parte de aquella minoría que maneja la moneda con mano de hierro, tienes toda la posibilidad de que seas libre en cuestión de horas. El juicio te sonará utópico y en poco tiempo, estarás en tu casa realizando tus actividades cotidianas. Has oído que tu mejor amigo de la infancia, que vende tallarines en un rincón de mercado local, fue detenido por robar un libro para su hijo mayor. Muy probablemente será torturado hasta que algunos de sus órganos dejen de funcionar y que luego estará en la cárcel varios años sin poder estar en comunicación con su familia.
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