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20 may 2020

Kim Yo-Jong y la Generación Z


A raíz de una discusión con una amiga sobre Corea del Norte, ha surgido un debate sobre el comportamiento de los jóvenes actuales con Corea del Norte y la investigación sobre la hermana del actual mandatario norcoreano Kim Jong-Un. ¿Quién es realmente Kim Jo-Yong? En este episodio, se tratará de explicar sobre la número 2 del régimen norcoreano. 


10 may 2015

Y de repente, aparecen los adivinos


 En la zona céntrica de Seúl se podía ver pequeñas casetas de tarot y lectura de manos para los supersticiosos, que aún hay bastante clientes en el metrópoli, regentadas por señoras en su mayoría. Y parece que en Corea del Norte también era una cuestión bastante atractiva para el régimen. Una afición que los miembros destacados del Partido de los Trabajadores desean tanto que roza la paranoia mientras que en los comunicados oficiales la prohíbe de forma convincente. Pero con la situación complicada que viven los habitantes del país, muchos son quienes buscan a escondidas a personas que les lea las manos.

 En un país donde supuestamente la superstición y la práctica libre de religión están categóricamente prohibidas, algunos jóvenes anónimos que ni siquiera llegan a los veinte años empiezan a decir que "un ser superior" ha llegado a Corea del Norte mediante un aprendizaje de un mes de un libro relacionado con el tema llamado "Baekdeung-rok" para así tener algún beneficio económico impulsado por sus padres que no consiguen librarse fácilmente de la pobreza extrema. Las palabras que no estaban acostumbradas a escuchar inmediatamente acumulan curiosos en diversas ciudades del país como Pyongyang, Nampo o Sinuiju. La "expansión" de los adivinos está siendo tan preocupante que el régimen está comenzando a detener a esos jóvenes para llevarlos a centros de menores con el fin de castigarles durante un tiempo a trabajos forzados.

 La élite política del país está ordenando durante estos días a todos los padres norcoreanos que no enseñe a sus hijos la costumbre de leer las manos para adivinar el futuro. En caso de no seguir la orden, dicen que les impondrán un castigo que podría ser la encarcelación de todos los miembros de la familia. Ya dije en la columna de ayer que los miembros del Partido de los Trabajadores siempre habían utilizado la misma táctica: la prohibición en caso de sentirse acorralados. Mientras que en la intimidad, llamarán a un santero de amplia trayectoria para que les diga a que rumbo está yendo Corea del Norte. 

24 nov 2014

Los nuevos ricos...


 Cuando el dinero entra en la mente de las personas es inevitable sacar de ella aunque uno haga un esfuerzo máximo. De eso, todos estamos casi de acuerdo. Y parece que Corea del Norte tampoco es la excepción. Hace algunas décadas, tener un negocio propio en el país era un movimiento impensable. Actualmente, los jóvenes norcoreanos de unos 20 a 30 años que han observado como surgía el mercado "permitido" por el régimen y también han entrado en el mundo del comercio. En las ciudades grandes como Pyongyang, Hamhung, Chongjin o Wonsan se comercializan, aún a escondidas, desde móviles de segunda mano, servicios varios de restauración hasta inmobiliarias.

 Una vez comenzado con la aventura mercantil han visto como sus ganancias han aumentado de una manera espectacular. Decenas de miles de dólares hasta cientos de miles de dólares de beneficios anualmente. Su estrategia de venta es simple. Por ejemplo, en la tercera ciudad del país que es Chongjin, un joven compra pisos obsoletos por cinco mil dólares americanos cada uno, lo remodelan un poco y en la reventa de esos apartamentos el precio sube hasta cincuenta mil dólares. Aunque la mayoría de estos jóvenes prefieren meterse en el mercado de las telecomunicaciones fascinados por la última tecnología de aparatos inteligentes que tan corriente es actualmente.

  El instinto de supervivencia hace que estos casos ocurran. Y la ambición de estos jóvenes empieza a crecer observando minuciosamente el gran mercado chino ya que en Corea del Norte la vigilancia es milimétrica. Esto no significa que todos los jóvenes lo hagan. Se trata de una minoría que habrán aprendido sobre el funcionamiento del mercado en el Este de Asia donde el uso del capitalismo va a una velocidad frenética. Estos tipos de actividad económica podría ser uno de los muchos quebraderos de cabeza que padece el régimen ahora. Entonces surgirá aquel circulo "virtuoso": vigilancia, emersión, vigilancia, emersión, vigilancia, emersión...

24 abr 2014

La desconfianza de los jóvenes


 Excepto a los que están pegados a la élite política de Corea del Norte (o no), parece que la desconfianza de los jóvenes del país hacia el régimen está creciendo. Aquella herramienta tan imprescindible como la propaganda en una nación comunista como la suya se está quedando obsoleta entre las generaciones que piensan establecerse en terceros países. Los jóvenes de los años noventa, convertidos en adultos, pensaban ir a China soñando con obtener grandes beneficios económicos y volver a sus hogares con paso previo de sobornar a los militares para que no les enjuiciaran. Dicho concepto ha cambiado en la actualidad a pesar de que los norcoreanos sienten un gran apego de las ciudades donde nacieron y crecieron. Esperan hasta la hipotética reunificación para poder volver, por fin, a sitios donde pasaron la infancia.

 El escepticismo de la generación joven hacia el mandatario Kim Jong Eun, quizá, sea uno de los factores claves para que la estanqueidad empiece a mostrar grietas. Y un adelanto para que la ideología dominante en Corea del Norte tenga sus horas bajas. Pero una vez que están en otros países, la despreocupación hacia ellos de las sociedades nuevas como la china, la surcoreana o la americana es un aspecto que se debería observar por los estudiosos de la temática. Al hacer caso omiso a la herramienta para tantas veces abrazaron en Corea del Norte, no tienen más opción que aprender a manejar nuevos utensilios sin que nadie pudiera asistirles de forma adecuada. Son cuestiones que se tiene que debatir pero que genera poco interés en la sociedad actual, especialmente en la surcoreana.

 Nota: Aquí está el artículo de The Guardian sobre Corea del Norte sobre el alejamiento de la juventud norcoreano con la alta esfera del país. Muy recomendable: 
http://www.theguardian.com/world/2014/apr/22/north-koreans-turning-against-the-regime

19 nov 2013

Los jóvenes desesperados


 Si ustedes son padres de un hijo que acaba de terminar la educación primaria, dirían que en el próximo año irá a la educación secundaria como un paso fundamental para una educación superior en el futuro que su hijo querrá estudiar. Aquel proceso se ha normalizado en casi la mayor parte del mundo pero parece que en Corea del Norte dicha evolución educativa no ocurre de la misma forma. Cuando uno de los principios del comunismo se basa en la igualdad, en este caso, el acceso a la educación se esconde la triste realidad de que los hijos de los amigos del régimen o los más pudientes descendientes de los comerciantes pueden acceder al siguiente escalafón de la educación. 

 En ciudades o en pueblos donde al régimen norcoreano no les interesa en absoluto existen jóvenes que han sabido a leer y a escribir que quieren seguir teniendo libros entre sus hombros pero que tienen que abandonar ese sueño para dar de comer a la familia. Aquellos desesperados acompañan a sus madres a los mercados para vender fideos recién hechos. Cuando tienen algo de tiempo libre, se reúnen con otros jóvenes que han tenido la misma circunstancia y empiezan a meterse en el mundo de la delincuencia menor haciendo provocar peleas callejeras con otros grupos compuestos por niños o adultos. 

 La desesperación se ha convertido en su único acompañante tras su abandono de educarse. Sus vidas empiezan a ser frágiles pero la atención hacia ellos son nulas en la sociedad norcoreana cuando la supervivencia individualizada es primordial tras la hambruna. Empiezan a decir que la vida hay que ganársela con los puños y las amenazas. Molestan a los más débiles y se convierten en agresivos. Entonces, la discriminación es aún mayor con ellos. Pasan los años y nadie todavía le han dado un signo alguno de confianza. La angustia les presiona más fuerte y al no aguantar eso, ellos esperan la desaparición suya. 

24 oct 2011

Quiero pero no puedo


 Muchos jóvenes creen que ser militar les puede solucionar la vida. Pero una vez entrado, la realidad es completamente distinta. Cumplen órdenes de sus superiores, muchas de ellas perversas y depravadas. Cuando les toca vigilar la frontera entre China y Corea del Norte, sus ojos tienen que estar completamente pendientes de los movimientos de la gente. Si detectan a una mujer intentando cruzar el río Tumen con un bebé en sus brazos, no tiene más remedio que avisar a sus compañeros, capturarla y llevarla a un campo de concentración. Una vez hecho el trabajo, su superior le sonríe y le dice: "Buen trabajo, sigue así!". Poco a poco, la semilla del mal se cuela en su cuerpo y seguirá haciéndolo más veces. 

 La vida de estos soldados principiantes es muy dura y solitaria. Durante esas largas e insoportables días de invierno, a ellos les toca vigilar. Hay días que no quieren levantarse de la cama. No tienen ganas. No es por pereza sino por falta de potencia que tienen los jóvenes al no alimentarse durante varios días. Ya tenían que recibir los alimentos hace tiempo pero no hay noticias. Mientas tanto, sigue habiendo gente que cruza la frontera para vivir. Algunas veces miran a ellos y piensan: "Yo también quiero ir con vosotros, pero no puedo. Mi deber es avisar a mis superiores para que os arresten". Mientras los residentes norcoreanos cruzan la frontera, ellos afrontan su particular frontera entre el bien y el mal. Si hablas y disparas, la gente muere. Si no hablas y no haces nada, la gente vive. 

14 jun 2011

Los desplazados (Parte 7: ¿El matrimonio feliz?)


 Aunque hay mínimos casos donde las jóvenes norcoreanas se casan con los hombres chinos por motivos afectuosos y sentimentales, la mayoría contraen matrimonio por motivos de conveniencia. Muchas jóvenes toman el matrimonio como último recurso para no ser arrestadas por las autoridades chinas, ser expulsadas a Corea del Norte y ser condenadas a trabajos forzados hasta los días finales de sus vidas. Aunque en principio era un matrimonio de conveniencia, ha habido casos que con el tiempo ha surgido una amistad profunda y respetuosa entre las parejas. 

 Con la llegada masiva de desplazados/as norcoreanos/as en los últimos años, el control por parte de las autoridades chinas hacia los matrimonios de conveniencia ha crecido de forma abrumadora. Los controles se repiten en un determinado tiempo y en caso de detectar a varias mujeres que conviven en estos tipos de matrimonio, son inmediatamente detenidas y deportadas a Corea del Norte. Una vez llegada ahí, sufren torturas inimaginables y al final son fusiladas o condenadas de por vida a trabajos forzosos. Para evitar que las detengan, muchas corren y esconden en montañas cercanas de las ciudades. Esperan que el huracán del control se tranquilice y si es oportuno, bajan a los pueblos. 

 En una pequeña ciudad china fronteriza con Corea del Norte, un grupo de 28 mujeres norcoreanas estaban conviviendo hasta que por un control sorpresa tuvieron que ser separadas, muchas corrieron pero 12 de ellas no tuvieron tanta suerte y fueron detenidas. Algunas eran madres con niños que eran menores de edad. Y en otra ciudad fronteriza también hubo un caso similar con la detención de una decena de mujeres norcoreanas. Varios años después, en la actualidad, nadie sabe que ha sido de aquellas mujeres. Si aún están vivas. Si están con sus familias. ¿Y sus esposos chinos? Tampoco se sabe nada de ellos. 

4 may 2011

Aquellos alumnos desaparecidos


 En los pequeños pueblos de todo Corea del Norte, en el año 2005, los alumnos desaparecieron uno a uno estando en una clase, con una capacidad de treinta personas, ocho alumnos uniformados y sentados en una posición muy correcta. En otras clases incluso el número desciende más aún, cifrando en uno o dos alumnos. En las clases del primer curso de la educación secundaria se oían los característicos gritos de los adolescentes pero aquellos gritos poco a poco se disminuyeron cuando llegaron a las clases de bachillerato. Son muchos los padres que no ven necesario que sus hijos/as sigan estudiando en los institutos e instan que trabajen para traer una pequeña cantidad de ingreso a la familia. Muchos son familias pobres quienes abogan por esta decisión obligatoria y a la vez, lamentable. Muchos de estos jóvenes ayudan a sus padres a cultivar legumbres en el campo o roban carbón en las minerías más cercanas. 

 Los alumnos procedentes de grandes ciudades tienen suficiente apoyo económico por parte de sus familias para ir a los institutos (los datos estadísticos indican que casi el 90% de jóvenes de estas edades van a las clases, sean matinales o nocturnas). Pero cabe recordar que muchos son familias pudientes, hijos de militares de altos cargos o simplemente colaboradores estrechos con el régimen. Pero ¿que estarán haciendo aquellos chicos/as que siempre quisieron ir al colegio pero que no pueden? Cada día rebuscan el basurero para ver si hay algún trasto de cierta utilidad para venderlo en el mercado cercano o simplemente vagabundeando por la ciudad sin saber qué hacer en el futuro o simplemente son desaparecidos sin dejar rastro. Sólo Dios sabe dónde están aquellos jóvenes. 

3 abr 2011

El mercado (Parte 2: Una historia)


 Hay miles de historias particulares en los mercados. Cada día pasan miles de cosas: robos, gritos, persecuciones, vigilancias, descansos, miradas perdidas y lloros. Pero lo que más se produce ahora, de manera preocupante en estos mercados, es la grave discriminación por edad. Una señora de 50 años ha contado su propia experiencia:
 -"Cuando los vigilantes del régimen me vieron vendiendo cigarrillos y panes, empezaron a pegarme sin razón alguna y llevó todas las mercancías que tenía. Yo lloré y supliqué a vigilantes que parecían tener la edad de mi hijo para que me dieran, aunque sea, sólo la mitad. Pero no me hicieron caso y me echaron a patadas porque decían que yo era muy ruidosa. Esto sucedía cada día. Para mí, esto era la única forma de sobrevivir. Pero lo extraño era que a las otras mujeres, mucho más jóvenes que yo, dejaban vender sus mercancías y no a una vieja como yo. Lo supe más tarde que esas jóvenes mujeres  daban una cantidad de "propina" a estos vigilantes y podían hacer sus negocios. Aquí, la persona que pagaba y era guapa y joven, trabajaba". 

 Además de la discriminación por edad, el soborno es una actividad constante en casi todos los mercados norcoreanos. Las personas que tratan de ganarse la vida son discriminadas por su estatus social o por su edad por unos jóvenes alborotadores "educados" inútilmente por el régimen. Es muy preocupante el aumento de estos jóvenes sin ética y sin conocimiento y cada día el abuso excesivo hacia la gente más débil (especialmente a la gente de más edad) incrementa. Las personas trabajadores, esperanzadas de una posible mejoría en sus vidas con esta actividad, se levantan con el pánico. 

3 mar 2011

Los buceadores


 Los buceadores norcoreanos suelen ser jóvenes de 17 a 25 años por tener mejor condición física que los mayores. Entre estos buceadores también hay niños callejeros que intentan atrapar algún pescado (también los llamados niños de la flor). Cada día se dirigen a la playa más cercana y tratan de coger caracoles del mar, ascidias y pepinos del mar. Estos jóvenes no utilizan ropas o lentes especializadas para el buceo ni botes de oxígenos a su espalda. Bucean con el torso desnudo y confiando plenamente en sus sagacidades. 

 Estos chicos son capaces de sumergir hasta cuarenta metros de profundidad y coger una estrella del mar. Pero todo esto tiene su riesgo ya que no se trata de un trabajo accesible para todos. Sólo jóvenes con amplia experiencia se atreven a hacer estos tipos de buceo. La restante mayoría tiene facilidad de contraer hipotermia cuando sobrepasan la barrera de los veinticinco metros de profundidad. Algunos tuvieron que desprender quirúrgicamente de los dedos de sus pies o de sus manos para no seguir con el dolor. 

 Poco a poco, estos jóvenes son obligados a ir más allá de las playas al no existir más caracoles marinos, ascidias o pepinos del mar en zonas cercanas. Muchos arriesgan sus vidas y se atreven a nadar en zonas más peligrosas. Hubo casos donde algunos de estos jóvenes han desaparecido por intentar cazar estas especies más allá de los mares cercanos y sus cuerpos no han aparecido. Todavía no hay noticia alguna. Sus familiares siguen esperando y los asomos hacia el mar es incesante. Ver un punto negro en movimiento les daría una inmensa felicidad.