9 may 2011

Los niños de la guardería


 En las guarderías norcoreanas existen dos clases de niños: unos son de familias pudientes que vienen con sus estuches de múltiples colores, cuadernos con hojas blancas, lápices de colores bien afilados y con mochila de diseño. Estos niños vienen cada día presumiendo de sus materiales y demuestran una cierta prepotencia ante otros niños y ante las profesoras. Además son caprichosos a la hora de pedir comida y si sus deseos no son cumplidos, la horrible voz de lloro de un niño es su arma más frecuente.  

 Otros, la gran mayoría, son los niños procedentes de familias humildes que vienen con ilusión a la guardería e intentan pasar el día lo mejor posible jugando a escondidas con sus mejores amigos y comiendo tartas de arroz que preparan las cocineras de la guardería. Estos niños traen como herramienta escolar un pequeño lápiz a punto de desaparecer, un cuaderno heredado de sus hermanos mayores y una pequeña mochila de color monótono. En la guardería es donde mejor se sienten estos niños ya que comen lo suficientemente para no pasar hambre como en sus casas. 

 Los niños de familias humildes sufren una especie de acoso escolar (física y verbalmente) por parte de los niños de familias pudientes escuchando frases: "Mi padre me regalo un juguete súper bonito en el día de mi cumpleaños y tú, ¿no tienes esto verdad?" o  directamente, "¡Eres un pobre!". Mientras que son humillados, estos niños permanecen en silencio ya que una acción contraria puede provocar consecuencias que afectan directamente a sus padres. Estos niños, que tienen alrededor de cuatro o cinco años, transmiten una madurez extraordinaria al saber lo que puede pasar a sus padres si bofetean a los niños ricos. Mientras los niños pudientes gritan por todos los sitios, los niños humildes juegan en la más absoluta discreción. 

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