A 44 días de las elecciones presidenciales en Corea del Sur, la parte sureña de la península coreana observa atentamente las propuestas electorales de los candidatos, especialmente de los tres principales que salen a diario en los medios de comunicación surcoreanos a pesar que la comunidad internacional está más atenta a las elecciones estadounidenses (que los comicios se celebrará mañana) abandonando de forma parcial la importancia de las elecciones del país. Además de compromisos sociales y económicos, en sus agencias estará consistentemente el debate que trata la relación con Corea del Norte. Como en pasadas legislaturas.
Cuando ganaba el Partido Conservador las presidenciales, la relación con Corea del Norte era fría (sin acuerdos ni conversaciones) hasta el punto que el régimen norcoreano había pronunciado que atacaría Corea del Sur en caso de victoria de los conservadores. La candidata conservadora vio con sus propios ojos como su madre fue asesinada por un espía norcoreano cuando su padre era gobernante absoluto (estableció una dictadura durante 16 años pero fue quien promovió el desarrollo económico). Puede ser que siga la filosofía de dicha distanciada y gélida relación con Corea del Norte pero también se han comentado una probabilidad de diálogo con el régimen.
El régimen norcoreano había mantenido buenas amistades con los candidatos que resultaron presidentes de Corea del Sur por el Partido Progresista. Se han visto delante de las cámaras sonrisas, abrazos y buenas intenciones pero durante sus mandatos hubo acusaciones constantes de la oposición y de algunas organizaciones de rellenar el bolsillo del régimen con ingresos que deberían haber dado a personas necesitadas. Se establecieron innumerables acuerdos para cooperación mutua entre ambos países, las firmas de dichos acuerdos eran instantáneas pero el grado de satisfacción de la población norcoreana no era suficiente. A pesar de donar miles de millones de wons a Corea del Norte, la gente moría de hambre y eran víctimas de catástrofes naturales sin una ayuda posterior.
Y durante esta campaña para las presidenciales hay la gran sorpresa: el tercer candidato que se presenta de forma independiente. Lo que más se destaca de este hombre es el carisma que atrae a millones de coreanos, especialmente jóvenes. Su popularidad sigue siendo considerablemente alta pero aún los lectores no saben la opinión de este candidato respecto a la problemática de Corea del Norte.
La desconfianza que hay la población de Corea del Sur con las estadísticas hace que los estudiosos del tema no puedan saber los datos cuantitativos hasta el día de las elecciones. Los porcentajes que dan las instituciones para analizar las elecciones son muy criticados por su falta de objetividad y por su amplio margen de error que los claros resultados no se sabrán hasta el recuento definitivo de los votos. Ya desde el enero del 2013, los nuevos presidentes de países como Corea del Sur y Estados Unidos se sentarán para discutir el futuro de la península y la situación de los derechos humanos en Corea del Norte a la espera de la designación del nuevo dirigente de China aunque un nombre suena fuertemente en las encuestas: el actual vicepresidente del régimen chino Xi Jinping.
Nota 1: Se ha mencionado de forma simple Partido Conservador y Partido Progresista porque en dichos partidos son frecuentes el cambio de nombre cada legislatura, aunque la organización sea la misma.
Nota 2: La participación ciudadana en el día electoral en Corea del Sur es bastante baja comparado con otros países. La máxima participación ha sido de unos 42%.
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