Analizando en profundidad sobre la realidad de Corea del Norte desde que llegué a Corea del Sur y que he tenido el placer de debatir sobre el contenido norcoreano con estudiosos de la temática y expertos que incluyen a norcoreanos que investigan la estrategia diplomática de la élite política del país, se me llegó la conclusión que el régimen ha tenido siempre una capacidad de eludir los problemas a nivel político que se han debatido en un escenario como las Naciones Unidas. Cuando llega la hora de hablar sobre los derechos humanos, ellos huyen, desoyen o coaccionan. Otro de sus medios es convencer a sus países "aliados" como China o Rusia. Recientemente Venezuela, Cuba o Bolivia.
Pero el escenario parece haber tenido un giro extremo. Hasta ahora era innegable que China diera su apoyo sobre algunas cuestiones. Sin embargo, cuando llegó la presidenta de Corea del Sur llegó a la sede de Nueva York y dio su discurso, ante la mirada de la delegación norcoreana liderado por Ri Su Young, parece que la delegación china ha cambiado de rumbo y el intercambio de palabras entre estos países parecen mucho más frías que una década antes. Hablando claramente, Corea del Norte se ha convertido en un incomprendido durante esa sesión. Entonces, ¿que hará el régimen norcoreano para ganar apoyo?
Se apresuraron y Ri estará el día 10 de octubre en Moscú para reunirse con Lavrov durante diez días con el fin de "asegurar" sus relaciones. Pero hay que saber que Rusia ya no se comporta como antes y que la Unión Soviética desapareció hace más de 20 años. Corea del Norte sigue viviendo en su mundo de decrepitud suya. Se ve perfectamente que sus capacidades diplomáticas tienen los días contados. Necesitarán renovarse aunque eso significaría la caída inmediata de un particular universo que se convertiría dentro de algunas décadas después en una nostalgia de unos pocos seguidores del comunismo obsoleto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario