Una aguda voz anunciaba: "¡Seúl, Corea!. Fue el día 30 de septiembre del 1981 en Baden Baden (Alemania) cuando los coreanos estaban estupefactos de la noticia de que ellos también podían organizar un evento tan importante como los Juegos Olímpicos. Era el momento perfecto para demostrar al mundo la pronta pero audaz recuperación económica de Corea del Sur que décadas antes nadie apostaba por su crecimiento. El mundo aún seguía separado por el bloque comunista liderada por la Unión Soviética y en el otro bloque, por Estados Unidos. La tensión de ambos países llegaban incluso en los eventos deportivos como los Juegos Olímpicos que durante los años ochenta los boicots eran unos actos tan habituales. En Moscú 1980, la mayoría de los países del bloque occidental faltaban a aquel evento mientras que en Los Ángeles 1984, la URSS y sus aliados evitaron aquella participación.
El Comité Olímpico Internacional intentó que este evento sea la oportunidad de reconciliar ambas Coreas e invitaron a ambos Comités nacionales a negociar la partición de las sedes. En la reunión mantenida en Lausanne (Suiza) Corea del Norte quería que once de las 23 pruebas deportivas fueran celebrados en su territorio así como las ceremonias de inauguración y de clausura. Aunque hubo varias reuniones posteriores los acuerdos no fueron fructíferas y eso dio lugar a la no participación de Corea del Norte en las Olimpiadas de Seúl 1988. Su boicot fue apoyado por países como Cuba, Nicaragua, Etiopía, Albania y Seychelles pero por no ser castigado con las sanciones del COI pusieron el cartel de "ausente" y evitaron su participación.
Nadie duda a estos Juegos como uno de los eventos más laureados de la historia olímpica pero la probable participación norcoreana en los Juegos de Seúl pudo haber sorprendido gratamente a los amantes del deporte y a los estudiosos de la materia. La participación de ambos bloques para olvidar durante 16 días de celebración sus enfrentamientos continuos y apoyar el espíritu olímpico probablemente habría sido el punto de partida para poner fin a la perdurada Guerra Fría.
Nota: La canción oficial de los Juegos Olímpicos de Seúl 88, llamado "Hand in Hand" habrá sido el adecuado himno que da lugar a la concordia entre las naciones. Aquí os dejo el vídeo:
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