En las tiendas norcoreanas se pueden ver distintos sabores de refrescos: desde el sabor mandarina o arándanos hasta sabor de pera asiática. En Corea del Sur y en otros países asiáticos llamamos a estas bebidas, refresco, jugo o zumo. En Corea del Norte, estas bebidas son denominadas como "aguas dulces". Para ellos, la palabra refresco viene de la zona occidental y utilizarlo está muy mal visto.
Para elaborar esta bebida, es imprescindible utilizar cebada. Con cada kilo de cebada, se puede llegar a producir unas cien botellas de aguas dulces. Estas bebidas se envasan en botellas de vidrio porque con cada botella se puede llegar a cobrar 15 wons. Muchas personas sin recursos dedican infinitas horas a recoger estas botellas con el fin de tener algún ingreso. Los fabricantes compran en grandes cantidades (100 o 200 botellas). Después del envase, estas bebidas son vendidas a 30 wons, un precio bastante asequible para toda la población norcoreana y una forma más económica para combatir el calor del verano.
Hay un dicho coreano que dice que "el comercio del agua nunca va a la ruina". Este negocio siempre ha generado beneficios a pesar de la crisis alimentaria en Corea del Norte. Para ser vendedor/a de estas bebidas, se tiene que someter a un análisis de sangre. Si no se detecta algún problema, el o la solicitante recibe un certificado que autoriza la venta de estas bebidas. Son muchos quienes desean tener este certificado y la demanda de análisis de sangre se ha duplicado durante estos últimos años.
1 comentario:
muy interesante , en este blog se aprende muchas cositas, saludos
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