Todos hemos sentido curiosidad por la primera salida del grupo femenino norcoreano Moranbong de su país. Y el primer destino no era otro sitio que China ya que con las escasas relaciones diplomáticas que mantiene Corea del Norte otro sitio posible para mostrar al público sus canciones de alabanzas al régimen podía ser Rusia. Las preparaciones iban bien hasta que llegó el aviso repentino de la cancelación de su show. Se podía intuir algo porque al régimen norcoreano siempre se le ha caracterizado de su inseguridad, incluso en tierras chinas. El ejemplo práctico era ver a los militares de alto rango con una expresión facial mezclada de tensión e irritación cada vez que se reunían con algún miembro destacado de Partido Comunista Chino.
Según Reuters, el grupo Moranbong pisó Pyongyang en cuestión de horas por diversos conflictos diplomáticos que existe entre China y Corea del Norte poniendo especial énfasis en la reciente noticia del supuesto desarrollo de bombas de hidrógeno anunciado por el régimen norcoreano. Desde mi punto de vista, puede ser uno de los factores destacados pero no creo sinceramente que China, aquella superpotencia mundial emergente, esté preocupado por un acaecimiento que pueda ser una posible falacia orquestada por el régimen norcoreano. Ya sabemos, a estas alturas, que para la élite política del país, propalar rumores se ha convertido en su mayor virtud y de ahí, un punto estratégico.
Para acercarse a la realidad del asunto, no hay otra cosa que mirar las fuentes del idioma natal. Según ellos, la posición de China se ha incomodado cuando vio que canciones iban a interpretar delante del público. Se puede leer claramente frases como "aunque esté dormido o despierto, yo solamente pienso en nuestro líder..." o "nuestro líder será quien nos salve de los enemigos..." La opinión pública china ya están diciendo por las redes sociales que estas letras son consideradas como absurdas y obsoletas. Quizá eso influyó entre la cúpula del Partido Comunista Chino que envió el aviso de cancelación. La delegación norcoreana tomó dicha decisión como una ofensa hacia su líder y volvieron de manera fugaz. El nerviosismo entre estos dos países crece cada vez más con los años y el futuro de Corea del Norte, a raíz de esto, es una incógnita incluso entre los más expertos de la materia.