Para ingresar en una escuela superior de las principales ciudades norcoreanas hace algunos años, los cigarrillos de alto valor (especialmente estadounidenses) eran los regalos perfectos para que sus hijos pudieran ingresar en estos centros ya que eso auguraría "el camino abierto". En la actualidad, unos padres desesperados por la situación actual pero con ganas que sus hijos entren en escuelas especiales, preparan en cajetillas de cigarrillos de una marca japonesa o americana dólares americanos enrollados. El "precio" de un futuro mejor y de la satisfacción de estas familias suele ser de 500 o 600 dólares americanos.
Aunque Corea del Norte defienda su limpieza en las instituciones públicas, dentro de aquellos sitios están totalmente corrompidos ya que los funcionarios aceptan estos sobornos para también salvar a sus familias de la pobreza que asola todo el país porque sus sueldos son menesterosos. Corea del Norte se ha convertido en aquel sitio donde los alumnos más brillantes y trabajadores pero pobres en los que trabajan hasta horas interminables con sus padres para salvar a la familia y que los alumnos mediocres y caprichosos pero opulentos en los futuros dirigentes del país.
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