La pesca en Corea del Norte está controlada por el régimen de forma férrea y a primera vista podemos intuir de intocabilidad, pero con el tiempo ese control está poco a poco despareciendo. El "socialismo de la pesca" se basaba en el dominio más absoluto del régimen para controlar todas las actividades, recogiendo todo tipo de pescados y calamares y dar un sueldo base a los pescadores. Pero ahora, son los pescadores que han exigido tomar el control sobre sus beneficios. Aunque siguen manteniendo el formato antiguo de la ley de pesca, el control individual se ha expandido con el transcurso del tiempo.
Imaginen que cada pescador consigue pescar unas toneladas y ganan unos 100.000 wons. De ahí, el coste de reparación del barco costaría aproximadamente 10.000 wons; el coste del combustible, otros 10.000 wons; y si disponen de empleados, mayormente jóvenes sin previa experiencia, tienen que dar al mes también unos 10.000 wons. Además de estos costes, tiene que dar una parte de los beneficios al régimen para evitar luego problemas "mayores". Aunque estos días, se han incrementado barcos con motores, muchos pescadores siguen utilizando canoas.
Aunque los pescadores tienen esa "libertad" de pescar y ganar dinero de forma individual, los peces en Corea del Norte, poco a poco están despareciendo. Hay días donde los pescadores se dirigen hacia el mar desde las altas horas de la madrugada para luego venir con las manos vacías. Es habitual para los pescadores estar días seguidos en el mar en la soledad que podría rememorar a la conocida obra de E. Hemingway "El viejo y el mar". Son situaciones constantes que pasan diariamente en los mares de Corea del Norte. Cuando no se obtiene ingresos esperados, las mujeres de los pescadores, además de ser amas de casa, van al mercado a vender pescados que sobraron hace algunos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario