11 oct 2016

Cuando la paciencia tiene un límite


 Hasta ahora, la Agencia Internacional de Energía Atómica tenía un quebradero de cabeza ya que su función principal era moderar la tensión que existía entre los países poseedores de los armamentos nucleares enfocando principalmente en la Unión Soviética y Estados Unidos durante la Guerra Fría. Esa función ha sido recompensada, de alguna manera, con el Nobel de la Paz en 2005 junto a su antiguo secretario general El Baradei. Pero, algunas veces, ha sido centro de críticas por su escaso uso de intervención en caso de catástrofes nucleares natural como el Chernobíl o Fukushima que ha costado daños materiales y humanos cuya magnitud se desconoce por su gravedad.

 Parecía que con el fin de la fricción (porque una de ellas ha desaparecido) el debate del uso de la energía nuclear iba a ser más pacífica y próspera dentro de la comunidad internacional. Y entonces, es cuando aparece un pequeño travieso que se llama Corea del Norte con una actitud provocativa a todos nosotros diciendo que ellos harán pruebas nucleares sin la supervisión adecuada por parte de la Agencia. Ustedes ya han visto por los medios las cantidades puntales pero innumerables noticias relacionadas con ella. Sin mencionar las desafiantes pero solitarias marchas militares y lanzamientos de cohetes sin pensar, por parte del régimen, las vidas que podían haber sobrevivido con algo de lógica en sus decisiones.

 Entonces, la paciencia ya ha terminado en Viena, donde se celebró hace diez días, entre los 168 países miembros que pidieron, por unanimidad (repito, unanimidad), al régimen norcoreano a abandonar todo tipo de programas nucleares y la fabricación de dichas armas. Y que se considerará la eliminación de Corea del Norte de la lista de países poseedores de armas nucleares. Después de cinco intentos "amables" promovidos por la Agencia. Después de que el régimen se pusiera de acuerdo en 2005 un alejamiento parcial de las pruebas nucleares en una reunión entre los seis países (Corea del Sur, Corea del Norte, Japón, China, Rusia y Estados Unidos). Una promesa fue, finalmente, al traste y la tensión sigue en pie. Hasta ahora. Sin ver una solución alguna. Mientras una familia corriente norcoreana cruzará el río Tumen, en estos momentos, para evitar una desgracia.

5 oct 2016

Las pequeñas salvaciones y los grandes pillajes


 Cada año, casi los treinta mil refugiados norcoreanos que residen en Corea del Sur envían remesas a sus familiares que aún siguen sobreviviendo ahí, en el norte. Según los datos oficiales, cada norcoreano (dependiendo de la situación económica) envía alrededor de unos 500.000 wons (500 dólares americanos) a 1.000.000 wons (1.000 dólares americanos) mediante varías vías hasta llegar a Corea del Norte. Es decir, imaginemos que enviamos 700.000 wons a un primo que reside en Sinuiju. Nos vamos a un banco cercano que también tiene enlaces con el territorio chino, especialmente en la zona de noreste donde está la frontera con Corea del Norte. Ese dinero se enviará a un sucursal de Dandong (situado cerca del río Yalu) o la zona de Yanbian hasta un intermediario lo cogerá en efectivo (en yuanes chinos o dólares americanos), entrará al territorio norcoreano y entregará en persona al destinatario. A simple vista, parece un proceso sencillo para entrar en el sitio más hermético del mundo pero sin una estrategia astuta será difícil hacer ese trabajo.

 La inmensa mayoría de las familiares corrientes norcoreanas sobreviven a base de estas remesas. Desde Corea del Sur, se envían alrededor de 10.000.000 dólares para que muchos no caigan en el agujero de la desesperación. Un asunto que empeoró doblemente con la hambruna del año noventa y la reforma monetaria de 2009. El gobierno de Corea del Sur es consciente de estos envíos pero su reacción ante estos actos es turbado por el dilema moral que hay en ella. Utilizar las leyes para detener esas transferencias hacia la tierra que existe una tensión existente o mirar hacia el otro lado observando de reojo la mirada de auxilio de los que claman socorro. Pero esto tampoco significa que al mandar una cantidad de dinero a Corea del Norte se llegue íntegramente a su destino. Solamente un 70% de la cantidad original ya que el porcentaje restante pertenece a los intermediarios por su "esfuerzo".

 Mientras tanto, dentro del territorio norcoreano ocurre grandes pillajes como el acto que roza el vandalismo por parte del régimen. Cada año, además de saquear de manera escandalosa el ingreso de los trabajadores que están en el extranjero cuyo sufrimiento ya roza lo extremo, recauda una cantidad desorbitada de mil millones de dólares a base de chantaje utilizando a sus funcionarios a realizar actos contrarios al socialismo hacia la población. Ellos entonces se miraran impotentes sin poder reaccionar contra el régimen que siguen vigilando sus movimientos. Al final, las familias norcoreanas pueden sobrevivir a base de la angustia que ocurre todos los días. Y el régimen, con lo recaudado, seguirá con la estrategia de la propaganda y de los armamentos para cavar poco a poco su propio agujero de la decadencia que algún día será un precipicio donde no podrá salir de ella.

1 oct 2016

Engañar es la obligación privilegiada


 Cuando uno investiga sobre Corea del Norte no se da cuenta que el estudio sobre la temática puede profundizar hasta el mundo de los seguros. Esta semana, los trabajadores del régimen norcoreano que estaban en Londres, fueron expulsados por el gobierno británico por malversación de fondos del Sistema de Seguros Estatal de Reino Unido e investigados por la entidad pública de Hacienda de dicho país. Es decir, lo que han hecho ellos, durante años, fue recibir una compensación económica a cambio de entregar informes de accidentes o daños de tipos varios cuyo origen sigue siendo turbio y dudoso. Desde el gobierno británico piensan que con dicha cantidad de dinero se habían invertido en el desarrollo de la fabricación de armas nucleares en Corea del Norte. Hasta ahora, hemos conocido que el régimen norcoreano tenían ingresos económicos para mantener el país a base de exportación de sus trabajadores a Rusia, Qatar y otros países que conozco pero que aún no puedo decir porque mis fuentes aún siguen arriesgando sus vidas para investigar sobre ello. Pero que algún momento espero poder decir. 

 El historial que tiene Corea del Norte con el mundo de los seguros, especialmente con las multinacionales del sector, se remonta a los años noventa. Por ejemplo, había recibido en 1996 la cantidad de 130 millones de dólares por la compensación de daños causados por la sequía que asoló el país y que ha sido una de las causas principales de la hambruna. Luego en 2005, 58 millones de dólares por precipitación de un helicóptero. En 2006, 6 millones por el hundimiento de un barco de gran tamaño, más de 42 millones por inundaciones y algunos millones más por el accidente de vagones de un tren. En total, ha recibido de estas compañías, más de 280 millones de dólares. Cuando uno tiene que dar paso a la compensación económica, el proceso adecuado es que unos peritos visiten la zona para ver los daños y hacer un informe final. Pero el régimen norcoreano había negado la entrada al país a estos trabajadores del sector quizá por no querer mostrar la parte desconocida del país. Entonces, ¿cómo es que esos dólares han llegado al bolsillo del régimen?

 Y la parte desconocida es que, en el caso de las inundaciones y la sequía, especialmente durante la hambruna, los mayores damnificados fueron los habitantes que laboraban en los campos y que sus cosechas desaparecieron de un día para otro por caprichos de la naturaleza. No recibieron del régimen, ni una herramienta, ni unas semillas o ganados para volver a empezar. Fueron ignorados por la necedad que caracteriza los miembros del Partido de los Trabajadores. En la palma de las manos de estos insignes otra capa de piel fue creciendo con el tiempo tras agarrar cualquier tipo de utensilios para salir adelante. Mientras que otros abandonaron la agricultura y la ganadería para comenzar con una actividad que surgió desde aquel entonces: el contrabando de mercancías provenientes de China. Con el motivo de no ver la desaparición de sus familiares en sus retinas. 

 Nota: Por este escándalo, Reino Unido y la Unión Europea están barajando controlar los movimientos de transacción financiera del régimen norcoreano dentro del territorio europeo.

17 sept 2016

Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 (escrito por Rafael Santiago)


Esta entrada fue escrita por Rafael Santiago. Es su segunda colaboración con el blog. 


 El bagaje de los deportistas norcoreanos en las olimpiadas de Rio de 2016 se ha saldado con 7 medallas, 2 oros, 3 platas y 2 bronces, lo que ha permitido obtener un trigésimo cuarto puesto en el medallero. Este resultado mejora en una medalla a los juegos de Londres de 2012, si bien es cierto que el valor de los metales en esa cita olímpica fue más destacado, con 4 oros y 2 bronces. 

 Los deportes en los que los han destacado los atletas norcoreanos  son la gimnasia artística, el tiro deportivo, el tenis de mesa  y sobretodo la halterofilia. El judo y la lucha, modalidades con tradición no han contado con medalla en estos juegos. El deporte rey sigue siendo la halterofilia, modalidad que más metales ha aportado. 

 En esta ocasión, un oro y tres platas. El oro fue conseguido en la categoría hasta 75 kg femenino por Rim Jong-Sim,  que consiguió  también oro hace cuatro años, esa vez en categoría hasta 69 kg. Se trata de una atleta que ya tiene un destacado palmarés a pesar de su juventud. En la categoría de más de 75 kg,  Kim Kuk-Hyang obtuvo plata, superada en un kilo por una atleta china. El mismo metal obtuvieron en categoría menos de 63 kg femenino Choe Hyo Sim, superada por la China Deng Wei, y el atleta Om Yun-Chol  en menos de 56 kg masculino, también superado por un levantador de peso chino. 

 El otro oro para la delegación norcoreana fue para Ri Se Gwang, en la categoría de salto masculino. Se trataba del primer metal que obtienen en esta modalidad desde los juegos de Barcelona en 92. Sin embargo el atleta ha generado polémica al declarar que “Esta medalla no significa absolutamente nada para mi” y que “Es un regalo que le hago a mi país”. Este título no es una sorpresa, pues este atleta ya ganó en la categoría de salto en los mundiales de 2014 y 2015. 
El tirador Kim Song- guk, en categoría 50 metros pistola masculino obtuvo un bronce, detrás del vietnamita Hoang Xuang, plata, y del surcoreano Jin Jong-oh, oro. 

 Por último, Kim Song-i obtuvo un bronce en categoría femenina individual de tenis de mesa. La jugadora norcoreana perdió en semifinales contra la china Ding que ganaría la medalla de oro, pero ganó la final de consolación tras superar a la japonesa Fukuhara por 4-1.

1 ago 2016

Análisis del documental "The Propaganda Game" (escrito por Rafael Santiago)


Esta entrada fue escrita por Rafael Santiago. Es su primera colaboración con el blog. 

 Mi curiosidad sobre Corea del Norte comenzó hace mucho tiempo, pero no fue hasta 2011 cuando la curiosidad se transformó en un interés importante. Ese mismo año profundicé mis estudios con un Máster Economía y Relaciones Internacionales y mi curiosidad por el aislado país explotó y evolucionó a mayores cotas. Desde entonces leo todo lo que cae en mis manos y procuro estar al día  sobre todo lo que ocurre al otro lado del mundo.

 Es cierto que mucha de la literatura que leemos sobre Corea del Norte sigue el mismo patrón pero por suerte hace poco pude visionar un documental diferente que llamó poderosamente mi atención. Se trata de “The Propaganda Game” de Álvaro Longoria. 

 Aunque acata los requisitos universales que se imponen a cualquier medio extranjero sobre la compañía y/o vigilancia omnipresente de su tutor norcoreano, lo que sí es cierto es que el director del documental goza de una extraña “libertad” que hasta ahora no se había visto: La actitud de los individuos del régimen que le acompaña en todo momento parece menos agresiva y estricta, presentan un comportamiento más relajado y distendido. No sabemos si es causa o consecuencia de éste hecho que el documental presenta una nota de color que pocas veces se ha visto sobre este tema.
Resulta imposible ver algún fotograma y no acordarse de algún capitulo o detalle literario.

 Por ejemplo, la influencia del cine como medio de difusión propagandística en el país queda reflejado de forma magistral en “Producciones Kim Jong-Il presenta…” de Paul Fischer o  el propio autor de “Evasión del campo 14” aparece en el propio documental. La aparición de Barbara Demick es una agradable sorpresa, pues la periodista es una de las personas que mejor conocen el hermético país: Su libro “Querido líder” es una obra indispensable, y uno de mis favoritos junto con Pyongyang de Guy Delisle.

 El análisis geopolítico que se realiza en la parte final es lo más destacado del documental. Se analizan los intereses de cada uno de los países que tienen voz y voto en el conflicto (los conocidos como diálogos a seis bandas) es decir, las dos coreas, China, Rusia, EEUU y Japón. 

 La conclusión es desoladora. Los únicos y más interesados en que se rompa el statu-quo son los que tienen menos poder y capacidad para lograrlo. Los propios norcoreanos. 


PD: Este es el trailer de la película nominada a los premios Goya y a los premios Platino en la categoría de mejor largometraje documental. 

12 jul 2016

Lo que era un color prohibido


 Cada color tiene su significado. Puede significar determinación, libertad, silencio o esperanza según la que elijamos. Si nos gusta ese color, nos familiarizamos con ella y lo convertimos en nuestro bien más querido. El caso es que, hasta principios del año 2000, un color en particular fue objeto de rechazo en la sociedad surcoreana por su relación con una ideología que era considerado como el enemigo: el comunismo. Estamos hablando de color rojo. Durante décadas anteriores del siglo pasado, llevar un vestido dominante de dicho color significaba mostrar simpatía más absoluta con el socialismo norcoreano. Así que, muchos evitaban salir a la calle con una camisa de toques carmesí para evitar la "confusión" y toques de atención por parte de los miembros de seguridad.

 Sin embargo, un acontecimiento cambió, de alguna manera, el miedo existente que tuvo los surcoreanos hacia dicho color. La celebración de la Copa del Mundo de Fútbol 2002 que se celebró en Corea del Sur y Japón. Cada vez que el equipo local disputaba un partido, millones de seguidores salían a la calle con una camiseta roja denominándose como "los diablos rojos". Esta marea colectiva fue una idea de una asociación de amantes del fútbol coreano que consiguió romper una norma que hasta ahora parecía improbable que sucediera. Los diablos rojos, compuestos por amigos, padres e hijos o compañeros de trabajo, invadían Seúl y otras ciudades cada vez que su selección jugaba en alguna parte de la península.

 Desde entonces, cada cuatro años, es posible ver a la marea roja en la plaza del ayuntamiento de Seúl animando a su equipo de fútbol recordando los buenos recuerdos que supuso para ellos aquel verano de 2002. Puede que el uso de camisetas de color rojo haya expandido, de alguna manera, en la sociedad surcoreana pero aún sigue sin estar familiarizados de forma entera por la consistente tensión y miedo que existe entre las dos Coreas. Ahora mismo, vestirse esas camisetas rojas supone una muestra de patriotismo en caso de que su selección haya marcado un gol o una hazaña importante en las competiciones internacionales como la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos. Pero los surcoreanos deben saber que al color rojo también se puede relacionar con la fortaleza, deseo, valor o la fuerza. Y sobre todo, del aquel concepto que tanto nos gusta como el amor. 

24 feb 2016

Nuestros miedos (Cobertura especial desde Ginebra. Parte 1)

Oficina de las Naciones Unidas, Ginebra

 ¿Quién iba a pensar que estaría algún día de estos en Ginebra? Es una ciudad donde se caracteriza principalmente por la concentración de organizaciones mundiales como ACNUR, OIT, OMS, UNICEF (más de 30), pero también instituciones como el Banco Mundial o el FMI que frecuentemente son reprochados por sus decisiones controvertidas en algunos países. Si tengo que decir la verdad, he estado brevemente en la XVI sesión del Comité Consultivo por parte del Consejo de Derechos Humanos porque se trataba de una reunión menor (y limitado a diplomáticos y trabajadores de la ONU) comparado con la sesión número 31 del Consejo de Derechos Humanos que se celebrará durante 4 semanas empezando el día 29 de este mes y que se enfocará especialmente en la muy preocupando situación de derechos humanos en Corea del Norte cuyo régimen no sale especialmente bien parado después de que se presentará un informe demoledor por parte de esta organización. Lo que si he podido saber, gracias a los que trabajan en la ONU y de los representantes surcoreanos en Ginebra, es que la fecha donde Marzuki Darussman, investigador especial para este asunto, expondrá la situación será el día 14 de marzo desde las 9 de la mañana hasta las 9 de la noche.
 
 Otro de los objetivos de mi viaje a Ginebra era mi reunión y acompañamiento a Lee Young-guk, el que fue el guardaespaldas de Kim Jong-Il pero que ahora denuncia las atrocidades del régimen norcoreano y que le han invitado para que pueda contar la realidad en Corea del Norte. Hace casi un año y medio, escribí un reportaje extenso sobre su historia y Lee conoció, en primera persona, las vivencias personales del desaparecido mandatario. Estaba programado para dar un discurso el martes 23 de febrero (cuyo detalle lo pondré en la siguiente entrada del blog), como invitado especial, en "Geneva Summit for Human Rights and Democracy" (organizado por decenas de organizaciones de distintos países) sobre la pésima situación de derechos humanos en Corea del Norte. Las peticiones para poder entrevistarle no paran de llegar y Lee se mostró preocupado.

 Extracción de la entrevista personal y de carácter informal con Lee en Ginebra caminando por las calles:

- "Está bien conceder entrevistas a distintos medios y de poder decir que es lo que está pasando en Corea del Norte. Pero estoy preocupado de recordar el pasado que trato de olvidar. La trauma aún me afecta física y psicológicamente...".
- "A veces pienso...si hubiera sido un ciudadano normal de Corea del Norte...no tendría tanto sufrimiento que estoy teniendo también en la actualidad. Pero en aquel entonces, si te dicen que seas el escolta del líder, no tienes otra forma que seguir esa orden. Yo estuve muy cerca de él, lo he visto todo, he desertado y ya no estoy en Corea del Norte. Pero las fantasmas del pasado sigue persiguiéndome cuando trato de decir mi testimonio ante el mundo". 
- "¿Gabriel, estás seguro que quieres seguir con esto?" (El autor dice que si y pregunta a Lee el porque de esa pregunta). "Porque luchar por los derechos humanos es una tarea ardua. A veces, es una lucha muy solitaria. Cada vez que salgo por la televisión, especialmente con mi estatus, no paro de recibir amenazas de forma anónima. De la gente que no conozco. Mi cuenta de Facebook ha sido hackeada. Es duro. Muy duro, todo esto. Tengo miedo. A veces, demasiado. Estamos expuestos a que nuestras vidas corran peligro cuando estamos luchando por el bien de la humanidad. Mientras sigas con lo de Corea del Norte, vas a tener miedo. Ahora o en el futuro. De eso, estoy seguro. Me alegro que estés conmigo aquí en ese lugar que apenas conocemos. Mañana (martes) tendré hasta diez entrevistas. Nos queda mucho trabajo por hacer". 

Ginebra de noche. Estación de tren Gare Conravin. 

18 feb 2016

¿Qué será de ellos?


 Durante estas semanas solamente hemos visto la noticia del lanzamiento del satélite y su posterior celebración por parte del régimen para celebrar el éxito del evento, algo que la comunidad internacional ha reprochado con dureza y de manera casi unánime. La tensión, por enésima vez y cada vez que Corea del Norte realiza actividades de este tipo, crece de una forma vertiginosa que conlleva a decisiones que podría considerarse como precipitadas. Y esta vez ha sido el parón operativo del Complejo Industrial de Kaesong que está situado en la frontera entre las dos Coreas y que da acceso a la colaboración entre los empresarios de las pymes surcoreanas y los trabajadores norcoreanos.

 Esta decisión tiene dividida en dos, proporcionalmente hablando, a la opinión pública de Corea del Sur. No hay demasiada diferencia. Los que ven con buenos ojos esta decisión creen que esto hará que el régimen norcoreano se quede cabizbajo por sus acciones equivocadas. Mientras que los que critican esta decisión creen que los daños económicos superarán miles de millones de dólares afectando la poca "amistad" que hubo entre las dos Coreas y el anhelo de las empresas que buscan hacerse un hueco en ese complejo industrial. Pero estos antecedentes han sido demasiado repetitivos cada vez que la relación de estos dos países estaba en su peor momento. Por ejemplo, en 2009, el régimen norcoreano intentó bloquear hasta tres veces el acceso a los camiones que iban a entrar en Kaesong. Y por último, lo que pasó en abril de 2013 (quizá la más grave) cuando se cerró por completo. Hasta que en septiembre del mismo año se abrió otra vez.

 Pero aquí nadie pregunta sobre los trabajadores norcoreanos que están en ese complejo industrial. De aquellos hombres y mujeres que permanecen en silencio. En Corea del Norte, estar en aquel sitio es considerado como el mejor trabajo que puede tener un ciudadano y las solicitudes no paran de llegar a las instituciones correspondientes soñando que algún día podrán estar ahí. Pero a raíz del rifirrafe existente, la inseguridad se acecha sobre los más indefensos. En 2013, casi cincuenta mil trabajadores de origen norcoreano perdieron sus trabajos y enviados a sus ciudades de origen. Al carecer de datos concluyentes, no sabemos si en septiembre habían vuelto a Kaesong para laborarse o que esa oportunidad han sido cogido por otros. Ellos viven con la incertidumbre. Pero no pueden protestar porque eso es una actividad casi prohibida en Corea del Norte así que la obediencia bajo vigilancia es la mejor forma de la supervivencia. 

13 feb 2016

El síndrome Galápagos


 En coreano hay un término que se utiliza frecuentemente pero que identifica a la sociedad de ambas Coreas: el síndrome Galápagos. Una noción que explica la autarquía de un determinado país insistiendo su propio sistema o modo de vivir desviando el criterio que sigue la comunidad internacional. Es un concepto que se ha aplicado, hasta ahora, en aspectos tecnológicos y económicos. Los países que más padecen este síndrome son Japón y, de cierta manera, Corea del Sur. Los ejemplos que se podría mencionar son, en caso de Japón, el sistema de telecomunicaciones, el uso de fax y de tarjeta bancaria que tienen sistema propio y cerrado. Mientras que en el caso de Corea del Sur podría ser los usos múltiples de plugins para activar la seguridad en una página web o el uso habitual de Hangeul (procesador de texto) cuando en el exterior se utiliza el Microsoft Word.

 Pero este concepto se puede aplicarse más allá de los aspectos tecnológicos y económicos. Es decir, también en la figura política. Y el ejemplo claro es Corea del Norte. Sabemos que esta semana el régimen ha lanzado un cohete, que muy posiblemente puede ser reutilizado como un misil, y que condujo a la condena casi unánime de la comunidad internacional. Especialmente me llama la atención la reacción de China que ha mostrado un cambio de actitud (distante) después de la supuesta prueba de la bomba de hidrógeno que anunció el régimen. Y el lanzamiento de la Kwangmyeongseong 4 ha sido la gota que ha colmado el vaso para que el Ministerio de Asuntos Exteriores chino criticara de manera oficial y firme dicha acción, algo que era impensable hace una década.

 Kim Jong-eun ha heredado de su abuelo el hecho de sentirse asolado del resto del mundo. Y Juche es la prueba contundente. Él camina solo pero se siente orgulloso de sus acciones que para él se supone que son correctos pero para el resto de los mortales no. La Naciones Unidas presentó hace algunos meses un informe demoledor que urge la necesidad de asistir a más de 2,2 millones de personas que padecen una desnutrición severa y que tristemente podría ser un dejavú de la hambruna de los años noventa. Pero al joven mandatario norcoreano lo importante es el aspecto militar, tratando de emular las "hazañas" de su abuelo. Él sigue caminando solo. Y para esquivar las inseguridades suyas, utiliza la purga, los lanzamientos y pruebas de objetos armamentísticos de gran peligro. Pensando que lo suyo es el camino correcto.