Cada color tiene su significado. Puede significar determinación, libertad, silencio o esperanza según la que elijamos. Si nos gusta ese color, nos familiarizamos con ella y lo convertimos en nuestro bien más querido. El caso es que, hasta principios del año 2000, un color en particular fue objeto de rechazo en la sociedad surcoreana por su relación con una ideología que era considerado como el enemigo: el comunismo. Estamos hablando de color rojo. Durante décadas anteriores del siglo pasado, llevar un vestido dominante de dicho color significaba mostrar simpatía más absoluta con el socialismo norcoreano. Así que, muchos evitaban salir a la calle con una camisa de toques carmesí para evitar la "confusión" y toques de atención por parte de los miembros de seguridad.
Sin embargo, un acontecimiento cambió, de alguna manera, el miedo existente que tuvo los surcoreanos hacia dicho color. La celebración de la Copa del Mundo de Fútbol 2002 que se celebró en Corea del Sur y Japón. Cada vez que el equipo local disputaba un partido, millones de seguidores salían a la calle con una camiseta roja denominándose como "los diablos rojos". Esta marea colectiva fue una idea de una asociación de amantes del fútbol coreano que consiguió romper una norma que hasta ahora parecía improbable que sucediera. Los diablos rojos, compuestos por amigos, padres e hijos o compañeros de trabajo, invadían Seúl y otras ciudades cada vez que su selección jugaba en alguna parte de la península.
Desde entonces, cada cuatro años, es posible ver a la marea roja en la plaza del ayuntamiento de Seúl animando a su equipo de fútbol recordando los buenos recuerdos que supuso para ellos aquel verano de 2002. Puede que el uso de camisetas de color rojo haya expandido, de alguna manera, en la sociedad surcoreana pero aún sigue sin estar familiarizados de forma entera por la consistente tensión y miedo que existe entre las dos Coreas. Ahora mismo, vestirse esas camisetas rojas supone una muestra de patriotismo en caso de que su selección haya marcado un gol o una hazaña importante en las competiciones internacionales como la Copa del Mundo o los Juegos Olímpicos. Pero los surcoreanos deben saber que al color rojo también se puede relacionar con la fortaleza, deseo, valor o la fuerza. Y sobre todo, del aquel concepto que tanto nos gusta como el amor.
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