1 ago 2016

Análisis del documental "The Propaganda Game" (escrito por Rafael Santiago)


Esta entrada fue escrita por Rafael Santiago. Es su primera colaboración con el blog. 

 Mi curiosidad sobre Corea del Norte comenzó hace mucho tiempo, pero no fue hasta 2011 cuando la curiosidad se transformó en un interés importante. Ese mismo año profundicé mis estudios con un Máster Economía y Relaciones Internacionales y mi curiosidad por el aislado país explotó y evolucionó a mayores cotas. Desde entonces leo todo lo que cae en mis manos y procuro estar al día  sobre todo lo que ocurre al otro lado del mundo.

 Es cierto que mucha de la literatura que leemos sobre Corea del Norte sigue el mismo patrón pero por suerte hace poco pude visionar un documental diferente que llamó poderosamente mi atención. Se trata de “The Propaganda Game” de Álvaro Longoria. 

 Aunque acata los requisitos universales que se imponen a cualquier medio extranjero sobre la compañía y/o vigilancia omnipresente de su tutor norcoreano, lo que sí es cierto es que el director del documental goza de una extraña “libertad” que hasta ahora no se había visto: La actitud de los individuos del régimen que le acompaña en todo momento parece menos agresiva y estricta, presentan un comportamiento más relajado y distendido. No sabemos si es causa o consecuencia de éste hecho que el documental presenta una nota de color que pocas veces se ha visto sobre este tema.
Resulta imposible ver algún fotograma y no acordarse de algún capitulo o detalle literario.

 Por ejemplo, la influencia del cine como medio de difusión propagandística en el país queda reflejado de forma magistral en “Producciones Kim Jong-Il presenta…” de Paul Fischer o  el propio autor de “Evasión del campo 14” aparece en el propio documental. La aparición de Barbara Demick es una agradable sorpresa, pues la periodista es una de las personas que mejor conocen el hermético país: Su libro “Querido líder” es una obra indispensable, y uno de mis favoritos junto con Pyongyang de Guy Delisle.

 El análisis geopolítico que se realiza en la parte final es lo más destacado del documental. Se analizan los intereses de cada uno de los países que tienen voz y voto en el conflicto (los conocidos como diálogos a seis bandas) es decir, las dos coreas, China, Rusia, EEUU y Japón. 

 La conclusión es desoladora. Los únicos y más interesados en que se rompa el statu-quo son los que tienen menos poder y capacidad para lograrlo. Los propios norcoreanos. 


PD: Este es el trailer de la película nominada a los premios Goya y a los premios Platino en la categoría de mejor largometraje documental. 

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