31 oct 2018

La gimnasta que nunca tenía años

Kim Gwang-Suk en barras asimétricas

 Estos días se sabe, para los amantes de la gimnasia artística, que se está celebrando en Doha, el campeonato del mundo de dicha disciplina y que los mejores equipos del mundo compiten para estar entre los tres primeros con el fin de lograr la clasificación directa a los Juegos Olímpicos de Tokio de 2020. Corea del Norte puede estar orgulloso de sus gimnastas ya que tiene en su haber tres oros olímpicos: Pae Gil-Su en caballos con arcos en Barcelona 1992 (aunque empatado con el legendario bielorruso Vitaly Scherbo), Hong Un-jong en salto de potro en Beijing 2008 y Ri Se-Kwang en salto de potro en Río de Janeiro 2016. Estos tres gimnastas habrán recibido, a la vuelta, todos los honores que puede dar el régimen norcoreano para sus deportistas más destacados. 

 Sin embargo, la alegría de ser una deportista destacada representando a Corea del Norte no se aplicaba igualmente a Kim Gwang-Suk. Era una pequeña atleta que destacaba en barras asimétricas con una técnica que recordaba demasiado a Nadia Comaneci. Su aparición comenzó en los Campeonatos del Mundo de 1989 quedando en el puesto 14 en individual general, pero empezó a destacar en los Juegos Asiáticos de Beijing 1990 con la medalla de plata en su prueba destacada: barras asimétricas. Al año siguiente, en Indianápolis, consigue ser campeona del mundo en la misma prueba. Hasta aquí parece un camino de rosas para una atleta que hacía un ejercicio que roza la perfección y que pueden ver a continuación. 


 La edad para participar en la categoría senior era (y sigue siendo) a partir de los 15. Mientras que sus movimientos estremecían al mundo con su técnica notoria y la belleza de la rutina del ejercicio, los técnicos de la Federación Internacional de Gimnasia sospechaban como una muchacha de dicha edad podía pesar solamente 28 kilos y medir 132 centímetros. Al año siguiente, durante los Juegos Olímpicos de Barcelona, se le podía ver, mediante las imágenes, que faltaban casi todos los incisivos cuando sonreía. Sus dientes de leche se habían caído y muchos sospechaban que su edad real podía ser 10 o 11 años. Las dudas se confirmaron al saber que los técnicos de la gimnasta habían falsificado durante tres años consecutivos su edad poniendo en la solicitud el número quince. Y que de repente, en Barcelona su edad había saltado repentinamente dos años más siendo 17 pero que en dicho evento deportivo ha rozado las medallas siendo cuarta en barras asimétricas.

 A pesar de este escándalo, sus logros siguen siendo intactas. Sin embargo, aún Corea del Norte no ha sido capaz de facilitar la edad real o la fecha de nacimiento de Kim. En muchos portales de Internet, en la parte de descripción de su edad, está en blanco. Muchos siguen preguntando si ella había nacido en 1976 o 1978. O que vida tendría en la actualidad, aunque si utilizamos la estimación, quizá esté en Corea del Norte, ya adulta, dando lecciones de gimnasia artística a futuras generaciones. Sin saber sus pupilos que ella fue, a edad muy temprana, la pequeña campeona del mundo que encandiló al mundo con su infalible técnica pero que también se sigue arrastrando la curiosidad, por nuestra parte, de saber su edad verdadera. 

No hay comentarios: