Japón sigue sin seguir el ejemplo de Alemania de disculparse por sus crímenes cometidos durante la Segunda Guerra Mundial ante los países víctimas de sus actos pretéritos. Cuando el canciller alemán de aquel entonces, Willy Brandt, se arrodilló en Varsovia el día 7 de diciembre de 1970 para pedir disculpas por los crímenes del nazismo, una pequeña grieta acababa de abrirse en el Telón de Acero dando paso a una posible disminución del alejamiento entre los dos bandos en la época de la Guerra Fría. Durante aquella década, Japón estaba más pendiente en un aceleramiento económico con el fin de olvidar el mustio estado de la posguerra que había padecido, además de los efectos varios del lanzamiento de las bombas de Hiroshima y Nagasaki, que contactar con los países que había invadido desde principios del siglo XX hasta 1945 para pedir perdón.
Cabe añadir que Japón compensó a Corea del Sur (durante el mandato de Park Chung-hee) mediante una cantidad de dinero, considerada insuficiente e cínica por la opinión pública surcoreana, para zanjar el tema de los cometidos atroces que orquestaron durante varias décadas. Sin llegar a pedir disculpas como Alemania. Corea del Sur, con el dinero recibido, hizo de ella una base para su desarrollo económico durante a partir de 1970. Sin embargo, Corea del Norte no ha sido el "beneficiario" de esa compensación que podía suponer unos 10.000 millones de dólares. Una cantidad que podía satisfacer los caprichos de Kim Il-Sung y Kim Jong-Il durante, al menos, 50 años. Aquel resentimiento quizá se traduzca en secuestro de civiles japoneses para que el gobierno japonés también le compensara económicamente de alguna manera.
Quizá haya conseguido que Japón utilizara toda su artillería diplomática y financiera para llegar a un acuerdo con Corea del Norte consiguiendo parcialmente el objetivo que habían planteado utilizando a inocentes. Sin embargo, estas acciones llevadas por parte del régimen norcoreano han hecho que la relación entre ambos países empeorara con el tiempo, a pesar de varios intentos de reconciliación, y el intento de solución no está siendo provechoso dejando una herida indescriptible en los familiares de las víctimas de estos secuestros. Ambos gobiernos siguen sin pedir perdón por sus pasados hechos y los sollozos de los civiles están siendo ignorados por los responsables. El engreimiento de los causantes no parece tener un desenlace y las arrugas de los que han esperado por una respuesta durante muchísimo tiempo parecen tirar la toalla en el final de sus tiempos.
Nota 1: Shinzo Abe pidió disculpas por los actos de Japón durante la Segunda Guerra Mundial en 2015 pero dicha acción sigue sin ser considerada por países como China o Corea del Sur.
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