En la zona céntrica de Seúl se podía ver pequeñas casetas de tarot y lectura de manos para los supersticiosos, que aún hay bastante clientes en el metrópoli, regentadas por señoras en su mayoría. Y parece que en Corea del Norte también era una cuestión bastante atractiva para el régimen. Una afición que los miembros destacados del Partido de los Trabajadores desean tanto que roza la paranoia mientras que en los comunicados oficiales la prohíbe de forma convincente. Pero con la situación complicada que viven los habitantes del país, muchos son quienes buscan a escondidas a personas que les lea las manos.
En un país donde supuestamente la superstición y la práctica libre de religión están categóricamente prohibidas, algunos jóvenes anónimos que ni siquiera llegan a los veinte años empiezan a decir que "un ser superior" ha llegado a Corea del Norte mediante un aprendizaje de un mes de un libro relacionado con el tema llamado "Baekdeung-rok" para así tener algún beneficio económico impulsado por sus padres que no consiguen librarse fácilmente de la pobreza extrema. Las palabras que no estaban acostumbradas a escuchar inmediatamente acumulan curiosos en diversas ciudades del país como Pyongyang, Nampo o Sinuiju. La "expansión" de los adivinos está siendo tan preocupante que el régimen está comenzando a detener a esos jóvenes para llevarlos a centros de menores con el fin de castigarles durante un tiempo a trabajos forzados.
La élite política del país está ordenando durante estos días a todos los padres norcoreanos que no enseñe a sus hijos la costumbre de leer las manos para adivinar el futuro. En caso de no seguir la orden, dicen que les impondrán un castigo que podría ser la encarcelación de todos los miembros de la familia. Ya dije en la columna de ayer que los miembros del Partido de los Trabajadores siempre habían utilizado la misma táctica: la prohibición en caso de sentirse acorralados. Mientras que en la intimidad, llamarán a un santero de amplia trayectoria para que les diga a que rumbo está yendo Corea del Norte.
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